Genocidio: 60 años después
La palabra "genocidio" fue acuñada por el abogado judío polaco Raphael Lemkin, quien desde 1933 había venido anunciando el potencial peligro que los Nazis representaban para el pueblo judío. Nacido en la actual nación de Polonia en 1900, Lemkin había trabajado para la Liga de Naciones estudiando a fondo el ahora llamado genocidio armenio. En 1939, durante la corta guerra defensiva de Polonia, el autor polaco participaría en la defensa de Varsovia, pero tras la derrota huyó vía Estocolmo a EEUU, a donde llegó en 1941.
Así pues, Raphael Lemkin observó las similitudes entre lo que sucedió con los armenios de Turquía durante la Primera Guerra Mundial y las penurias que sufrieron los judíos bajo el yugo Nazi, sobre todo en el este de Europa. Fue en una publicación patrocinada por el Fondo Carnegie para la Paz Internacional donde apareció pror primera vez en la historia la palabra "genocidio" definida tal como la concebimos actualmente. Esto es, la destrucción deliberada y sistemática de la totalidad o una parte de un grupo étnico, racial, religioso o nacional. La palabra es la composición del Griego "genos" (familia, grupo humano) y del Latín "cidium" (matanza).
Sin embargo, el mundo no hizo nada. Recién en 1948 se firmó la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio, que definía el genocidio y normativizaba las sanciones aplicables. Ahora, casi 62 años más tarde, Camboya (1975), Irak (1988), Bosnia-Herzegovina (1992), Rwanda (1994) y Darfur (2003) han sido testigos en carne propia de lo que significa el uso deliberado de la fuerza de un Estado o un Grupo Armado en contra de un sector de la sociedad civil.
CNN presentó en 2008 un reportaje especial con Christiane Amanpour sobre los cinco grandes genocidios que el mundo ha visto desde 1948. Titulado "Scream Bloody Murder", el programa se centra en dar voz a las víctimas y presentar a todos aquellos que intentaron avisar de antemano al mundo, pero no fueron escuchados en su momento.
Les dejo la última parte del especial. Y quiero resaltar precisamente esta última sección porque es la que nos recuerda lo importante que es para una nación alcanzar la reconciliación y seguir adelante. Esta última parte se centra en la secuela del genocidio en Rwanda, donde 800,000 personas murieron en solo 100 días. Lejos de lo que se podría creer, Hutus (victimarios) y Tutsis (víctimas) son actualmente compañeros de trabajo: actualmente, Hutus y Tutsis de muchos pueblos se dedican a tejer "canastas de paz" que Macy's vende en sus tiendas.
El reporte cuenta la historia de una mujer Tutsi, Ephiginea Mukantabana, que convive con nada menos que el Hutu que asesinó a su familia, quien actualmente está casado con la vecina y aprendiz (también Hutu) de Ephiginea. Ella cuenta que el hombre, tras varios años de prisión, vino a pedirle perdón por lo que hizo. Ephigenia cuenta que él llegó, hablaron de lo que pasó, y que ella finalmente lo perdonó.
Creo que esa es la manera para empezar a cerrar las heridas de cualquier nación. Nunca olvidar, actuar con justicia, pero saber perdonar.