Los movimientos de la comunicación política
En una democracia que funciona, el equilibrio entre poder político, medios de comunicación y opinión pública (lo que Wolton llamó "Comunicación Política") se da gracias al flujo de comunicación entre estas tres esferas. Es decir, la clase política escucha a la opinión pública y toma decisiones sobre esta base. Los medios cumplen, en este estado de equilibrio, el papel de mediadores entre la política y las corrientes de opinión.
Así, el esquema, a grandes rasgos, de las tres esferas en armonía, sería el siguiente:
Obviamente, esta es una visión teórica de lo que debería suceder. En la realidad existen distintos círculos dentro de cada esfera y se producen siempre acercamientos o alejamientos entre los distintos círculos. Por ejemplo, un político de "izquierda" no piensa igual que uno de "derecha" y por lo general pueden haber tensiones entre ellos. Lo mismo pasa en los medios: habrá periodistas más cercanos a ciertos políticos, otros más entendidos con la opinión pública, etc.
Además, como acabo de mencionar, lo mostrado en el esquema no funciona en bloques y por lo general las relaciones son más complejas. Pero para efectos didácticos, el grafico muestra bastante bien la teoría de Wolton.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando existen corrientes de opinión que no son escuchadas? Por lo general, se produce un divorcio entre opinión pública y medios/política. Esto es algo que sucede mucho acá en Perú. En este caso, los medios y los políticos suelen quedarse en el plano del día a día, de las declaraciones del Ministro o el Congresista, o el Funcionario, sobre tal o cual tema, sobre el pequeño escándalo de la amante de tal o cual político, etc. Esto es conocido, pupularmente como "discusiones bizantinas", es decir, discusiones que muchas veces no tocan problemas de fondo, mientras allá afuera existen corrientes de opinión no atendidas y que pueden ser caldo de cultivo para outsiders, medidas de fuerza, etc.
Cuando se ignora demasiado a la opinión pública, ocurre un quiebre en el esquema. De pronto, medios y opinión pública se alinean contra la clase política y es en esos momentos en que empiezan a rodar cabezas. Cuando los medios y la opinión pública se alían, la esfera política tiene dos opciones: o empieza a perder piso, o se suma a la alianza. Es en estos momentos en los que se dan cambios de gabinete, renuncian (o debieran renunciar) Ministros y otros funcionarios, etc. Pues sin apoyo de la opinión pública o de los medios (peor aún sin el apoyo de ninguno) los políticos no pueden hacer nada. Sus acciones de deslegitiman y la única forma de estabilizar la situación es el cambio de rostros.
Lamentablemente tiene que pasar algo como Bagua para que la cosa de un giro de este tipo, al menos si se trata de una protesta social.
Así pues, no estamos aislados. En una sociedad que se dice democrática y, sobre todo, en la que los ciudadanos se consideran libres, las clases políticas, los medios y la opinión pública están estrechamente ligados y es deber de nosotros los comunicadores y de todos los ciudadanos hacer entender a los políticos que los límites de la democracia los ponemos nosotros. A fin de cuentas, somos nosotros quienes los pusimos ahí.