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La rigurosidad periodística

Publicado: 2009-04-26

Todos los grupos humanos que brindamos un servicio a nuestra comunidad nos entregamos, al menos en teoría, a un ideal. Los abogados se entregan a la justicia; los militares, a la patria; los médicos, a la buena salud; los sacerdotes, a Dios; etc. Los periodistas, en mi opinión, estamos entregados a la verdad. Somos personas que informamos y contamos historias acerca de cosas que pasan en nuestro entorno y lo menos que podemos hacer es tratar de decir la verdad. Tal vez de ello se deriva otro ideal que todos los periodistas afirman poseer: la objetividad.

Acercarse a la verdad es algo casi imposible. La verdad acerca de un hecho sólo la conocen las personas que estuvieron presentes, y aún así, cada una de ellas posee una visión particular acerca de lo ocurrido.  El filme de Akira Kurosawa, Rashomon - un obligado para todos los periodistas - maneja muy bien el tema de las versiones distintas acerca de un mismo hecho. Los distintos discursos sobre un hecho, sin embargo, una vez contrastados y analizados, presentan una visión panorámica de un hecho, gracias a los puntos en común que los distintos actores pueden aportar. Por otro lado, el trabajo de otros profesionales puede enriquecer mucho el trabajo del periodista y aportar datos precisos que confirman o rechazan las versiones de los actores.

El trabajo del periodista consiste, precisamente, en tomar en cuenta todo el universo abarcable de datos en el menor tiempo posible, y tratar de contar una historia que llame la atención del lector, pero que lo informe acerca de una verdad, no de un disparate creado para vender más papel. La prensa tiene, de hecho, mucho poder de influencia tanto sobre los actores políticos, como sobre la opinión pública.

Un caso concreto es el de Giuliana Llamoja, acusada de matar a su madre. Los días posteriores al asesinato, la mayoría de diarios sacó titulares con epítetos como "Matricida", y párrafos llamativas como "Horrendo crímen. Tras una acalorada discusión, Giuliana Llamoja Hilares, de 18 años, asesinó a su madre María del Cármen Hilares (47) infiriéndole 65 puñaladas en el cuerpo" (Perú.com 3/07/05). Y claro, basta que un medio saque una nota así de llamativa para que todos los demás se suban al tren. Por otro lado, el informe de los peritos policiales decía algo muy distinto.

El caso llegó hasta el tribunal constitucional,el cual, en su sentencia, ordenó a la Corte Suprema volver a revisar el caso, tomando en cuenta, entre otros atenuantes, lo siguiente:

Ya con relación al fondo del asunto, refiere que luego de producido el evento: i) la occisa presentó 60 heridas, las cuales (todas) fueron superficiales, pues 56 se hallaron solo en la epidermis (sin sangrado); 3 menos superficiales, que tampoco fueron profundas (el protocolo de necropsia no señalo profundidad por ser ínfimas), y una (1) que, aun siendo también superficial, fue la única fatal (el protocolo de necropsia tampoco le asignó profundidad), mientras que su persona presentó 22 heridas aproximadamente; sin embargo, refiere que el juzgador sólo ha valorado 4 de ellas y no las demás, esto es, que se ha minimizado las heridas cortantes que presentó su persona (para señalar que sólo fueron 4), y se ha maximizado las heridas que presentó la occisa (ocultando que fueron sumamente superficiales, sólo en la epidermis y sin sangrado). En este extremo concluye que, si sólo se tomó en cuenta 4 de las 22 heridas, con el mismo criterio debió excluirse las 56 heridas de la agraviada, y entonces de esa manera efectuar una valoración más justa, pues sólo incidiría sobre las 4 heridas que presentaron cada una.

(Las negritas son mías; el texto completo se puede leer aquí)

Haciendo honor a la verdad, hay una enorme diferencia entre un corte superficial y una puñalada.

La rigurosidad es, precisamente, lo que separa el amarillismo de la seriedad.


Escrito por

Nicolás Bello

Estudio periodismo en la Universidad Católica. Tuve un primer blog en 2003, antes de la web2.0, en el que publiqué, sobre todo, cuentos. La hora del Pucho nació como proyecto en noviembre de 2006. Durante el último año, el blog tuvo altibajos y quedó abandonad


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